Nada impide que los socios de una empresa realicen préstamos a favor de ésta –para afrontar una falta de liquidez puntual o para afrontar una inversión, por ejemplo–. Pero posteriormente –y en la situación económica actual todavía más– puede suceder que la empresa tenga dificultades para devolverlos.
En estos casos lo mejor es que dichos préstamos no se devuelvan y queden definitivamente en la sociedad, en forma de capital o de fondos propios. Así se evita el devengo de intereses y se mejora la imagen del balance (a efectos de solicitar financiación bancaria o de proveedores, por ejemplo).
A estos efectos, existen diversas opciones para que estos préstamos pasen a formar parte de los fondos propios:
Alternativas
Una alternativa sencilla y barata es traspasar estos préstamos a la cuenta “aportaciones de socios”, siempre que todos los socios traspasen una suma proporcional a su participación en el capital.
Nuestros profesionales analizarán la conveniencia de capitalizar los préstamos otorgados por los socios y le asesorarán sobre la mejor forma de hacerlo.
Fuente: Indicator